Sunday, February 23, 2025
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¿Si Jesús era Dios, a quién le oraba?

¿Si Jesús era Dios, se oraba a sí mismo?

Esta es una de las grandes preguntas teológicas que han surgido a lo largo de la historia del cristianismo. Para responderla, debemos entender bien la naturaleza de Jesús y la doctrina de la Trinidad.

1. Jesús no dejó de ser Dios al venir a la tierra

La Biblia enseña que Jesús es Dios desde la eternidad (Juan 1:1, Colosenses 1:15-17). Sin embargo, cuando vino al mundo, tomó una naturaleza humana sin dejar de ser Dios. Esto se conoce como la encarnación (Juan 1:14; Filipenses 2:6-8).

Filipenses 2:6-7 dice:

“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.”

Esto no significa que Jesús dejó de ser Dios, sino que voluntariamente eligió vivir con las limitaciones humanas, dependiendo del Padre y del Espíritu Santo, para cumplir su misión como Salvador.

2. Jesús no oraba a sí mismo, sino al Padre

Cuando Jesús oraba, no estaba orándose a sí mismo, sino que hablaba con Dios Padre. Esto tiene sentido dentro de la doctrina de la Trinidad, que enseña que Dios es un solo ser en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

El Padre no es el Hijo, ni el Hijo es el Espíritu Santo, pero los tres son el único Dios verdadero. Cuando Jesús oraba, estaba comunicándose con el Padre, no consigo mismo.

Un ejemplo claro es Juan 17, donde Jesús intercede por sus discípulos diciendo:

“Padre santo, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros” (Juan 17:11).

Aquí, Jesús está mostrando que el Padre y el Hijo son distintos en persona, pero uno en naturaleza y propósito.

3. ¿Por qué Jesús oraba si era Dios?

Jesús oraba porque en su humanidad dependía del Padre. Esto no significa que dejó de ser Dios, sino que vivió como un verdadero ser humano para darnos ejemplo de obediencia y dependencia de Dios.

  • Jesús era 100% Dios y 100% hombre (Colosenses 2:9).
  • Como hombre, necesitaba orar, fortalecerse y someterse al Padre.
  • Como Dios, tenía autoridad para perdonar pecados, calmar la tempestad y resucitar muertos.

Jesús no perdió su divinidad, sino que eligió vivir como un hombre para salvarnos.

4. ¿Qué pasa con la oración en Getsemaní?

En Getsemaní, Jesús ora diciendo:

“Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” (Mateo 26:39)

Aquí vemos su humanidad expresando angustia, pero al mismo tiempo su sumisión al Padre. Esto no significa que son dos dioses, sino que el Hijo, en su rol de siervo, obedecía al Padre dentro del plan de salvación.

Conclusión

Jesús oraba al Padre, no a sí mismo, porque dentro de la Trinidad, el Padre y el Hijo son personas distintas, aunque comparten la misma naturaleza divina. Mientras estuvo en la tierra, Jesús siguió siendo Dios, pero también vivió como un verdadero ser humano, dependiendo del Padre en oración.

Esta verdad no es una contradicción, sino una revelación profunda del amor de Dios, quien se hizo hombre en la persona de Jesús para salvarnos y mostrarnos el camino al Padre.

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