Por primera vez en la historia, más Biblias digitales que impresas fueron distribuidas en todo el mundo. Según el informe de las Sociedades Bíblicas Unidas (UBS), en 2024 se compartieron 25.9 millones de Biblias digitales, superando a los 22.5 millones de ejemplares impresos. Además, hubo 28.3 mil millones de lecturas de capítulos en aplicaciones bíblicas y 1.3 mil millones de escuchas de audio, cifras que muestran el impacto creciente de la Palabra de Dios en el mundo digital.
Un nuevo tiempo, el mismo mensaje
El formato ha cambiado, pero el poder de la Palabra sigue siendo el mismo. Como dice Isaías 55:11: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para que la envié.” Ya sea en páginas impresas o en pantallas, la Biblia continúa transformando vidas.
Una oportunidad y un desafío
Para los cristianos, este fenómeno es un llamado. Nunca antes había sido tan fácil llevar la Palabra a millones de personas al instante, en su propio idioma y en cualquier rincón del mundo. Pero también es un desafío: no basta con que la Biblia esté en un dispositivo; debe estar en el corazón. El riesgo de la abundancia digital es que la Palabra se quede almacenada en una aplicación y no se convierta en alimento diario para el alma.
La Biblia como esperanza global
En un mundo lleno de incertidumbre, guerras y crisis, millones de personas buscan consuelo y verdad. Cada descarga, cada lectura en línea, cada escucha de un capítulo bíblico es una semilla que puede germinar en fe. El Espíritu Santo usa estos medios modernos para alcanzar a quienes quizás nunca abrirían un libro impreso.
Reflexión final
El avance digital de la Biblia nos recuerda que el Evangelio no está atado a un formato, sino al poder de Dios. Hoy la misión de la Iglesia es aprovechar todas las herramientas posibles —papel, apps, audio, video— para que la Palabra llegue a cada corazón. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a usar estos recursos no solo para informarnos, sino para transformarnos y compartir con otros el mensaje eterno de Cristo?
