Dios creó a la humanidad con libre albedrío, lo que significa que tenemos la capacidad de elegir entre el bien y el mal. Si Dios nos forzara a ser buenos, seríamos como robots sin voluntad propia. Pero Dios desea una relación auténtica con nosotros, basada en el amor y la obediencia voluntaria.
Deuteronomio 30:19 dice:
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.”
El problema es que muchas personas eligen el pecado y la maldad en lugar de seguir a Dios.
2. El Pecado Afectó al Mundo Entero
Cuando Adán y Eva pecaron, no solo se afectaron a sí mismos, sino que el pecado entró en el mundo y lo corrompió. Esto significa que vivimos en un mundo caído, donde la maldad, la injusticia y el sufrimiento son consecuencias de esa separación de Dios.
Romanos 5:12 explica esto:
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
La maldad que vemos es el resultado de generaciones de humanidad alejándose de Dios.
3. Dios no es el Autor de la Maldad, pero la Permite por un Propósito Mayor
Dios no creó el mal, pero lo permite porque ha dado a los humanos la capacidad de elegir. Sin embargo, Él tiene el control y usa incluso la maldad para cumplir Sus propósitos.
Un ejemplo claro es la historia de José, quien fue vendido como esclavo por sus propios hermanos. Aunque fue una injusticia terrible, Dios usó ese sufrimiento para salvar a muchas personas.
Génesis 50:20 dice:
“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”
A veces no entendemos por qué Dios permite ciertas cosas, pero Él tiene un plan mayor que se revelará con el tiempo.
4. Dios Prometió Hacer Justicia
La Biblia nos dice que Dios permitirá la maldad solo por un tiempo. Llega un día en que Él juzgará a los impíos y restaurará la justicia en la Tierra.
Salmo 37:10-11 dice:
“Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.”
Jesús también habló del juicio final, donde los injustos recibirán su castigo y los justos serán recompensados (Mateo 25:31-46).
5. Dios Quiere que Todos se Arrepiendan
A veces nos preguntamos por qué Dios no elimina la maldad de inmediato. La respuesta es que Él está dando tiempo a las personas para arrepentirse.
2 Pedro 3:9 dice:
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
Dios no quiere que nadie se pierda, pero respeta la decisión de cada persona.
Conclusión: Dios ya Proveyó la Solución
La maldad en el mundo es el resultado del pecado y del libre albedrío humano, pero Dios ya ha provisto una solución en Jesucristo. Jesús murió y resucitó para ofrecer salvación a todos los que creen en Él. Aunque todavía vivimos en un mundo caído, Dios promete restaurarlo y hacer justicia en el tiempo perfecto.
Mientras tanto, nos llama a ser luz en medio de la oscuridad, mostrando Su amor y compartiendo el mensaje de salvación.
Juan 16:33 nos da esperanza:
“En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
¿Qué podemos hacer?
- Seguir a Jesús y vivir conforme a Su palabra.
- Orar por el mundo y por los que sufren.
- Compartir el evangelio para que más personas se arrepientan.
- Confiar en que Dios hará justicia en Su tiempo.
Dios no es indiferente a la maldad, y un día toda lágrima será enjugada y no habrá más dolor ni injusticia (Apocalipsis 21:4). ¡Esa es nuestra esperanza en Cristo!