El matrimonio es una institución sagrada establecida por Dios. Desde el principio, Dios diseñó el matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer para que fueran una sola carne (Génesis 2:24). Sin embargo, en un mundo caído, muchas parejas enfrentan serios problemas en su relación, incluyendo maltrato físico, emocional o abandono de las responsabilidades conyugales. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Es bíblico el divorcio en estas circunstancias?
El diseño de Dios para el matrimonio
La Biblia nos enseña que el matrimonio es un pacto de amor y compromiso, en el que los esposos deben amarse y respetarse mutuamente. Efesios 5:25 exhorta a los maridos:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.”
Asimismo, las esposas son llamadas a respetar a sus esposos (Efesios 5:33). La relación matrimonial debe ser un reflejo del amor de Cristo por la iglesia, basada en el sacrificio, la entrega y el respeto mutuo. Sin embargo, en muchos matrimonios, el pecado entra y distorsiona el propósito de Dios, trayendo abuso, infidelidad y abandono.
El divorcio en la Biblia
Dios deja claro en Su Palabra que el divorcio no es Su deseo ideal para el matrimonio. Malaquías 2:16 dice:
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio.”
Sin embargo, Jesús reconoció que, debido a la dureza del corazón humano, en algunos casos el divorcio era permitido. En Mateo 19:9, Jesús dijo:
“Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera.”
Esto indica que el pecado de inmoralidad sexual (fornicación, adulterio) es una razón válida para el divorcio según la enseñanza de Jesús. Sin embargo, la Biblia también menciona otra circunstancia en la que el divorcio puede ser permitido.
¿Qué pasa si hay abandono o maltrato?
En 1 Corintios 7:15, Pablo menciona otra razón por la cual un creyente puede quedar libre de su matrimonio:
“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.”
Esto implica que si una persona es abandonada por su cónyuge, especialmente si este es incrédulo, el creyente no está obligado a permanecer en la relación. Pero, ¿qué pasa cuando hay maltrato físico o emocional?
La Biblia no menciona explícitamente el maltrato como una causa de divorcio, pero sí nos enseña que el matrimonio debe ser un lugar de amor y protección. Efesios 5:28 dice que el marido debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. Si un esposo o esposa está en una situación de abuso, claramente el otro cónyuge ha violado el pacto matrimonial y el principio del amor. En estos casos, buscar ayuda y separación temporal puede ser necesario para la seguridad de la persona afectada.
¿Dios espera que alguien se quede en una relación abusiva?
Dios no quiere que nadie viva en una situación de abuso. En Proverbios 22:3 se nos advierte:
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño.”
Dios es un Dios de justicia y no aprueba la violencia ni la opresión. En la Biblia, Él condena el abuso de cualquier tipo y llama a Sus hijos a vivir en paz. Si una persona está en una relación donde su vida o su bienestar están en peligro, lo primero que debe hacer es buscar ayuda, ya sea en su iglesia, en consejería cristiana o en las autoridades competentes.
Conclusión
El divorcio nunca es el ideal de Dios, pero en casos de infidelidad, abandono o abuso, la Biblia permite la separación. Dios quiere que Sus hijos vivan en paz y seguridad, no en relaciones destructivas. Si alguien está sufriendo maltrato en su matrimonio, es crucial buscar ayuda, orar y consultar con líderes espirituales sabios. Dios es misericordioso y desea restaurar, sanar y dar una nueva oportunidad a aquellos que han sido heridos.
Si estás en una situación difícil, recuerda que Dios está contigo y desea lo mejor para ti. No estás solo.
