martes, noviembre 25, 2025

Cristiano ex–gay en Malta enfrenta proceso legal por declaraciones sobre “terapia de conversión”

El cristiano maltés Matthew Grech, conocido por haber dejado atrás una vida homosexual para seguir su fe, volvió a quedar en el centro de la controversia después de que un tribunal aplazó nuevamente el fallo en su caso. Su proceso ya suma más de tres años y podría terminar con una condena de hasta cinco meses de cárcel.

Antes de la última audiencia, programada para el 6 de noviembre en La Valeta, Grech advirtió públicamente que lo que está viviendo podría repetirse en otros países si no se protege la libertad de expresión. En una publicación en Facebook, señaló: “Quien valore la libertad de hablar debería estar preocupado. Si esto puede ocurrir en Malta, también puede pasar en el Reino Unido y más allá.”

El caso tiene su origen en una entrevista que Grech concedió en 2022 al medio PMnews Malta, donde relató su conversión al cristianismo y su decisión voluntaria de abandonar las prácticas homosexuales. Aunque él afirma que solo compartió su experiencia personal, la fiscalía sostiene que estaba promoviendo lo que la ley maltesa define como “prácticas de conversión”.

Malta fue el primer país de la Unión Europea en prohibir formalmente este tipo de prácticas en 2016. Grech es procesado bajo la Ley de Afirmación de la Orientación Sexual, Identidad y Expresión de Género, por presuntamente “publicitar” terapia de conversión, algo que él niega rotundamente.

La defensa: “Es libertad de expresión y libertad religiosa”

Sus abogados aseguran que las acusaciones violan derechos fundamentales protegidos tanto por la Constitución de Malta como por la Convención Europea de Derechos Humanos. Según su defensa, Grech se limitó a describir su fe y su camino personal, sin ofrecer servicios terapéuticos ni promover métodos prohibidos.

Christian Concern, organización que da seguimiento al caso, afirma que la entrevista se enfocó en su testimonio cristiano y en su visión bíblica de la sexualidad, no en ningún tipo de tratamiento. También recuerda que incluso los presentadores del programa —que cuestionaron abiertamente a Grech desde una postura favorable a la comunidad LGBT— están siendo procesados.

Durante la conversación, Grech compartió su perspectiva de que la Biblia define la homosexualidad como una práctica y no como una identidad. También mencionó que algunas corrientes psicológicas utilizan terapias conversacionales para abordar traumas, lo que, según él, puede influir en la atracción sexual de algunas personas. La fiscalía considera que estas declaraciones constituyen una promoción indirecta de “conversion therapy”.

El trasfondo espiritual y personal de Grech

Grech, quien en su juventud participó en concursos de música en Malta y grabó canciones bajo el nombre artístico Jay Omaro, cuenta que su búsqueda espiritual fue intensa desde la adolescencia. Incluso viajó a Londres para estudiar Reiki y “energía ki”, hasta que un encuentro con una cristiana lo llevó a cuestionar esas prácticas. Poco después, tuvo una experiencia que describe como un encuentro profundo con Dios y decidió hacerse cristiano.

Según su testimonio, la fe le permitió abandonar adicciones, enfrentar heridas emocionales y replantear su identidad. Su historia llegó a convertirse en un documental titulado Once Gay en 2019.

Para Grech, cada persona debería tener el derecho humano básico de alejarse de un estilo de vida con el que ya no se identifica. Este tipo de declaraciones han generado reacciones fuertes tanto en activistas LGBT como en algunos sectores políticos del país.

Activistas y funcionarios europeos en el caso

El proceso judicial comenzó después de que Silvan Agius, conocido activista LGBT y funcionario del equipo de la comisionada europea Helena Dalli, lo denunciara por supuestamente promover terapias prohibidas. La denuncia fue presentada junto con dos activistas más, Cynthia Chircop y Christian Attard.

Por otro lado, Mike Davidson, fundador de IFTCC y del grupo cristiano Core Issues Trust, testificó en favor de Grech y afirmó que sus declaraciones no constituyen terapia ni publicidad, sino expresión de creencias cristianas protegidas. Davidson aseguró que prohibir incluso el relato de un testimonio personal es un ataque directo a las libertades de conciencia, religión y expresión.

Preocupación internacional por las implicaciones del caso

Andrea Williams, directora del Christian Legal Centre, señaló que ni los fiscales han podido definir con claridad qué entienden por “terapia de conversión”. Afirma que este vacío legal deja abierta la posibilidad de criminalizar simples conversaciones sobre fe y sexualidad.

“Lo más grave no es solo la injusticia contra Matthew, sino la amenaza a la libertad de expresión en general”, dijo Williams. “Incluso los presentadores del programa, que cuestionaron a Matthew, están siendo procesados. Es absurdo.”

A pesar de la presión, Grech sostiene que su deseo no es confrontar a nadie, sino compartir su historia y su fe. “Sé que Jesús está vivo y ama a todas las personas. Él llama al arrepentimiento y ofrece vida eterna,” declaró.

El tribunal aún no ha anunciado una nueva fecha para la resolución definitiva del caso.

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