El conflicto entre Israel y Palestina, especialmente en Gaza, ha despertado dolor, indignación y confusión en todo el mundo. Imágenes de ciudades destruidas, niños heridos y familias desplazadas conmueven incluso a quienes no tienen relación directa con esa tierra.
Como cristianos, muchos nos preguntamos: ¿Qué dice la Biblia? ¿Debemos apoyar incondicionalmente a Israel? ¿O debemos denunciar las injusticias que vemos? ¿Podemos hablar del sufrimiento palestino sin pecar contra Dios?
La respuesta no está en los noticieros ni en la política internacional. La respuesta está en la Palabra de Dios.

1. Israel: Pueblo Escogido y Tierra Prometida
Dios escogió a Israel desde Abraham y le prometió la tierra de Canaán como herencia perpetua:
- “A tu descendencia daré esta tierra” (Génesis 12:7).
- “Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra de tus peregrinaciones… en heredad perpetua” (Génesis 17:8).
Esto significa que Israel no es una nación más. Su existencia como pueblo y como nación está vinculada a la fidelidad de Dios a su pacto.
Sí: bíblicamente, incluso las tierras donde hoy está Gaza forman parte de esa herencia.
2. Los Enemigos de Israel: Una Historia Antigua y Actual
La Biblia muestra que Israel siempre estuvo rodeado de enemigos que buscaban su destrucción:
- Los filisteos atacaban sin cesar (1 Samuel 17).
- Moab, Amón y Edom conspiraban contra ellos (Jueces 3:12–14).
- El salmista dijo: “Dijeron: Venid y destruyámoslos para que no sean nación” (Salmo 83:4).
Hoy, ese mismo espíritu sigue vivo en grupos que desean borrar a Israel del mapa. Los ataques contra civiles israelíes no son nuevos; forman parte de la oposición histórica y espiritual contra el pueblo de Dios.
3. El Derecho a la Defensa
La Biblia reconoce el derecho de una nación a defenderse.
- Nehemías puso guardias con espada mientras reconstruían Jerusalén (Nehemías 4:17–18).
- David luchó contra enemigos para proteger a Israel.
- Romanos 13:4 enseña que la autoridad lleva la espada para castigar al que hace lo malo.
Israel tiene derecho a defenderse de ataques terroristas que buscan su destrucción. Ignorar la violencia sería permitir más muertes en el futuro.

4. El Límite Bíblico: Justicia y Misericordia
El hecho de que Israel tenga derecho a la tierra y a defenderse no significa que pueda hacer lo que quiera sin rendir cuentas a Dios.
- “No matarás al inocente y justo” (Éxodo 23:7).
- “Ay de los que dictan leyes injustas… para quitar el derecho a los pobres” (Isaías 10:1–2).
- Los profetas denunciaban la opresión y la violencia excesiva, aun cuando era ejercida por el propio Israel (Amós 5:12–15).
Dios nunca justifica la masacre de inocentes. La muerte de niños palestinos no está en el corazón de Dios, aunque la tierra sea de Israel.
5. ¿Por Qué Muchos Pastores y Políticos Apoyan Todo lo que Hace Israel?
En muchos círculos evangélicos de EE.UU., se enseña que Génesis 12:3 (“Bendeciré a los que te bendigan”) significa apoyar todo lo que hace el Estado moderno de Israel.
- Algunos pastores confunden el Israel bíblico (pueblo escogido) con el gobierno humano actual de Israel, que puede equivocarse.
- Políticos como Trump o comentaristas como Charlie Kirk apoyan a Israel principalmente por estrategia geopolítica, no porque estén defendiendo la fe cristiana.
El error es pensar que apoyar a Israel significa justificar cualquier acción de su ejército o gobierno. La Biblia nunca dice eso.
6. El Amor de Dios por Todos
Aunque Israel tiene un lugar especial en el plan de Dios, la Biblia enseña claramente que Dios ama a todas las naciones:
- “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” (Juan 3:16).
- “Dios quiere que todos los hombres sean salvos” (1 Timoteo 2:4).
- Jesús nos mandó: “Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen” (Mateo 5:44).
Esto incluye tanto al pueblo judío como a cada niño y familia palestina. El valor de la vida humana está en que todos fuimos creados a imagen de Dios.
7. Gaza y la Promesa Bíblica
Sí, la tierra de Gaza forma parte de la promesa de Dios a Israel.
Pero la forma en que Israel obtenga o gobierne esa tierra debe estar bajo los principios de justicia y misericordia de Dios, no bajo masacres ni venganza humana.
En la antigüedad, Israel conquistó la tierra bajo mandato directo de Dios. El Estado moderno de Israel, aunque legítimo en su derecho a existir, no es un instrumento profético perfecto. Es un gobierno humano que, como cualquier otro, puede cometer errores y abusos.
8. ¿Qué Debemos Hacer los Cristianos?
- Orar por la paz de Jerusalén (Salmo 122:6).
- Interceder por los inocentes de ambos lados, judíos y palestinos.
- Reconocer el derecho bíblico de Israel a la tierra, pero denunciar la injusticia y el derramamiento de sangre inocente.
- No dejarnos arrastrar por discursos políticos disfrazados de fe.
- Recordar que la verdadera paz no vendrá de la ONU, ni de EE.UU., ni de ningún ejército, sino solo de Cristo, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6–7).
Reflexión
Apoyar a Israel no significa aprobar todo lo que hace su gobierno. Reconocer el sufrimiento de los palestinos no es ir contra Dios.
La Biblia nos llama a la verdad, a la justicia y al amor.
Nuestro deber no es escoger un bando humano, sino ponernos del lado de Cristo:
- Bendecir a Israel como pueblo escogido.
- Llorar por los inocentes de Gaza.
- Orar para que judíos y árabes encuentren al único que puede reconciliar sus corazones: Jesucristo, el Hijo de Dios.
Solo Él traerá la paz que el mundo no puede dar.




