Vivimos en una generación que nunca antes había tenido tantas opciones y, al mismo tiempo, tantas distracciones. Cada día los jóvenes se enfrentan a decisiones que van desde lo más sencillo, como qué publicar en redes sociales, hasta lo más trascendente, como qué carrera estudiar, con quién relacionarse o qué camino seguir en la vida.
En medio de tantas voces que intentan influirnos, la pregunta es: ¿cómo tomar decisiones sabias?
La Biblia como brújula en un mundo ruidoso
La Palabra de Dios es clara al respecto:
“Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.”
(Proverbios 3:5-6)
Esto significa que la sabiduría no se encuentra en seguir modas, ni en hacer lo que todos hacen, sino en poner a Dios en primer lugar. El joven que aprende a consultar al Señor antes de actuar camina con pasos firmes, aunque el mundo quiera arrastrarlo hacia lo contrario.
Tres preguntas que pueden cambiar tu vida
Cuando enfrentes una decisión importante, tómate un momento y pregúntate:
- ¿Esto agrada a Dios?
- ¿Me acerca o me aleja de Él?
- Qué consecuencias tendrá mañana lo que elijo hoy?
Estas tres preguntas simples se convierten en un filtro poderoso para no dejarse llevar por la emoción del momento ni por la presión de los demás.
El peligro de las distracciones
Las distracciones no siempre parecen malas: una amistad, una oportunidad de trabajo, un entretenimiento. Pero cuando ocupan el lugar de Dios en tu corazón, se convierten en obstáculos que te impiden avanzar.
El apóstol Pablo advirtió a Timoteo sobre este peligro:
“Nadie que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.”
(2 Timoteo 2:4)
Si quieres crecer y alcanzar el propósito de Dios para tu vida, no puedes vivir enredado en distracciones.
Decidir con sabiduría es decidir con Dios
Decidir con sabiduría no significa que nunca te vas a equivocar, sino que eliges depender de Dios en todo momento. Cuando confías en Él, incluso tus errores se convierten en lecciones que fortalecen tu fe.
Hoy, más que nunca, los jóvenes necesitan detenerse, orar, leer la Palabra y buscar consejo de personas maduras en la fe antes de tomar decisiones. Porque las elecciones de hoy son las que darán forma a tu futuro.
Las distracciones intentarán robar tu atención, pero tú puedes elegir mirar a Dios. Una vida guiada por el Señor no solo es más segura, también es más plena. Decidir sabiamente es decidir con Cristo.
