martes, noviembre 25, 2025

Fe y ayuda en medio de la incertidumbre migratoria

La historia del Centro de Defensa de Inmigración Cristiana (CIAC) en Pittsburgh nos recuerda algo profundo: el Evangelio no se limita a predicarse desde un púlpito, sino que se hace visible en actos concretos de amor y servicio.

La fe que acompaña

El caso de Dariia, una madre ucraniana enfrentando un futuro incierto, nos muestra que muchas veces no hay soluciones inmediatas. Sin embargo, cuando Rogerio Torres, director del ministerio, le dijo “sabemos que hacemos planes, pero Dios es quien establece nuestro camino”, estaba mostrando que el consuelo de Cristo puede llenar el vacío que las leyes y los sistemas no logran cubrir. El cristiano es llamado a recordar que, aun en la incertidumbre, Dios sigue teniendo el control.

CIAC en Pittsburgh: fe y ayuda para inmigrantes en medio de la incertidumbre
CIAC en Pittsburgh: fe y ayuda para inmigrantes en medio de la incertidumbre

El servicio que transforma

El CIAC no solo ofrece asesoría legal; ofrece presencia, oración y esperanza. Esa combinación refleja el ministerio de Jesús, quien no solo sanaba cuerpos, sino también corazones. Esto nos recuerda Gálatas 6:2: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”.

Fruto de una iglesia fiel

Que una iglesia haya decidido quedarse en un barrio difícil para servir a su comunidad, en vez de huir a zonas más cómodas, es un testimonio vivo de la misión de la Iglesia. La fidelidad de ACAC ha dado frutos: salud, educación, paz comunitaria y ahora esperanza para miles de inmigrantes. Este ejemplo nos desafía: ¿estamos como iglesia dispuestos a permanecer y servir donde más se necesita?

Historias de esperanza

El testimonio de Camille, quien tras sufrir abuso pudo reconstruir su vida gracias al apoyo de CIAC, muestra que la fe acompañada de acción puede abrir caminos nuevos. Su declaración “nunca me rendí porque oraba y decía: ‘Dios va a guiar todo’” es un recordatorio de que la oración abre puertas que el mundo intenta cerrar.


👉 Conclusión:
El trabajo del CIAC es un espejo para el cristianismo actual: ser manos que ayudan, rodillas que oran y corazones que esperan en Cristo. Como creyentes, debemos preguntarnos: ¿soy un espectador de la necesidad o soy parte de la respuesta que Dios quiere dar al mundo a través de su Iglesia?

También te puede interesar:

COMENTARIOS EN FACEBOOK

COMENTARIOS EN SOMOSCRISTIANOS